viernes, 20 de julio de 2012

Segunda Fase: Alimentación

A éstas alturas, ya debiste alcanzar los 2km en 30 minutos.

Todo parece ir bien, sin embargo, hay algo que tal vez no tenías en mente: dejar los churritos, los cueritos, las frituras. En una palabra: comer saludable. Y es que en México, la mayoría de las personas tienden a comer desordenadamente, debido en gran parte al estrés generado por el tiempo.



Comemos lo que haya, donde haya, cuando haya.

Hacernos de un hábito de alimentación parece una tarea difícil, más no imposible. Tal vez haz notado que te cuesta un poco de trabajo respirar mientras correr. Esto es porque tus órganos más críticos están rodeados de grasa, la cual no los deja trabajar. Y para eliminar esa grasa, necesitamos conjuntar la carrera con la alimentación. Sustituir las grasas por las proteínas, los ácidos grasos y las fibras harán que empieces a sustituir el tejido adiposo por músculo, empezarás a dormir mejor (tal vez roncas debido al sobrepeso o algún problema relacionado), verás que tu sistema circulatorio y respiratorio (relacionado siempre con tu recuperación en la carrera) se hará más fuerte. Todo esto no es para verte mejor. Siempre piensa en esto como una cuestión secundaria, aunque indudablemente inevitable, ya que empezarás a notar grandes cambios conforme avances en tus entrenamientos. Debes visualizarte como alguien que debe sentirse bien, que debe durar más años de los que, hasta ahora, estás predestinado a durar. Debes visualizarte rompiendo tus propias marcas, desafiándote a ti mism@. En una palabra, debes fortalecerte. Para esto, el combustible de tu organismo es primordial. Eres lo que comes (nada más acertado).



La palabra dieta a menudo significa sacrificio para la mayoría de las personas. La dieta es el régimen alimenticio al que estamos acostumbrados. Aleja el pensamiento de sacrificio al hablar de dieta. Debes visualizarte fuerte, y por otro lado ¿quién dijo que iba a ser fácil convertirte en un atleta recreativo?

Fibra. Es básica, simplemente todas tus comidas deben incluir fibra. Sustituye el bolillo por pan integral, exígete comer más fruta como papaya, melón, manzana, que además de ayudarte a normalizar el tracto intestinal, son fuente de vitaminas antioxidantes. Las verduras son un deber constante en tu alimentación, debes incluirlas como parte de una dieta saludable.



Proteínas. Fuentes como el huevo, el pollo y la carne de res aportan proteínas necesarias para fortalecer tus músculos, aunque en exceso y acompañados de aceite pueden causarte problemas en el sistema circulatorio, por lo que debes comer éste tipo de alimentos de forma moderada. Aun así, existen opciones como el pescado (fuente de Omega 3) que es una opción bastante saludable para fortalecer tu sistema musculo-esquelético, así como la leche sin grasa, la cual aporta calcio y es una excelente opción para consumir después del entrenamiento, ya que ayuda a la hidratación.



Carbohidratos. O hidratos de carbono, son el combustible de tus músculos. Los encuentras principalmente en las pastas y en los cereales. La falta de carbohidratos favorece la secreción de ácido láctico en los músculos. Me explico: cuando el músculo hace un esfuerzo extraordinario, empieza a segregar ésta sustancia para 'lubricarlo', sin embargo al secarse, provoca una hinchazón provocando ese dolor característico al moverte, por lo que la única manera de quitarlo es volviendo a calentar el músculo. Sin embargo, con un aporte correcto de carbohidratos, la secreción es mínima o nula, esto aunado a entrenamientos específicos para la recuperación.


Hidratación: Basta decir que somos 80% agua y que es necesario hidratarte constantemente. Durante tus entrenamientos, debes tomar al menos 300 ml. cada 15 minutos o puedes tomar bebidas isotónicas para recuperarte y dar un poco más en tus entrenamientos.



A partir de aquí, debes acudir con un especialista para valorar realmente tu esquema de alimentación. Debes afrontar el problema, aceptando que haz llevado una vida desordenada. Por el contrario, si tu esquema de alimentación es bastante sano: felicidades, te será más fácil empezar a adoptar la forma.


¿Cómo te quieres ver en el futuro?


¿Cuánto quieres durar?


¿Qué tienes que vencer?



Son preguntas que irás respondiendo a lo largo del proceso. Ahora bien, si no haz corrido por uno o mil pretextos, la verdad sólo hay uno: tu. Espero tus comentarios para ver lo que haz logrado. Esperamos tus comentarios en gammamich@gmail.com y recuerda: ¡Corre por ti!

Cheers...


Las imágenes son propiedad intelectual de sus autores: Corredores del Bosque de Tlalpan, Kimberly Clark, Google, et al. Derechos reservados.

jueves, 12 de julio de 2012

Primera Fase: Mentalidad

Muchas veces, tenemos bloqueos mentales que nos impiden terminar las metas que nos proponemos, o bien, realizar algunas actividades que consideramos 'no aptas' para nosotros.

Me he encontrado con varios casos donde las personas no corren por pena. Hemos dicho aquí que los logros, las metas, las marcas siempre serán tuyas. No hay más. La gente podrá señalarte y decir "¿cómo diablos se atreve a correr? ¡No le queda!" Esas mentes cerradas son las que siempre se quedan estáticas, consideran que sus hábitos son 'correctos' y es respetable, sin embargo, si tienes el gusanito de correr, simplemente hazlo.


Aquí les dejo algunos puntos a considerar para empezar a correr:

  • Fíjate un objetivo. Muchas personas empiezan a correr por el puro gusto de sentir el aire en su rostro, por sudar la camiseta, para demostrarse que son capaces de hacerlo o tal vez para bajar de peso. Lo primero es visualizarte cómo te quieres ver: tal vez terminando un 5k por primera vez o tal vez para empezar a desintoxicar tu organismo.

  • Constancia. Sea cual sea tu objetivo, hay una palabra clave para alcanzarlos: constancia. Crea un hábito: levantarte a las 6 de la mañana y corre 2 km la primera semana, la siguiente 2.5 km y, por qué no, si tu condición te lo permite, alcanzar más distancia. 

  • Motivación. Ponte tus auriculares y corre mientras escuchas las noticias, crea listas de reproducción que te motiven, o bien, visualízate en una carrera. La cuestión es que el correr signifique placer y no un sacrificio.

  • Alimentación. El hecho de correr te va a obligar invariablemente a hábitos de alimentación más sanos: sustituye las frituras por fruta, consume más verduras, la fibra es una cuestión indispensable si quieres empezar a limpiar tu cuerpo, y por último, aunque no menos importante: agua. Nuestro cuerpo es 80% agua y en cada entrenamiento, perder 10% en sudor significa un 20% más de carga a nuestro corazón, ya que la sangre se hace más espesa y cuesta más trabajo bombearla.


Esperamos tus comentarios, y recuerda: análisis es parálisis. Si quieres correr, lo puedes hacer, y lo más importante: corre por ti.

Cheers...

lunes, 9 de julio de 2012

La primera será la última

Es la primer entrada en un blog que resulta muy optimista (cosa contraria a mi pésima personalidad depresiva) pero trataré de hacer lo mejor dentro de lo posible para que no salga tan mal. Trataré de dar consejos banales que a la larga les resultarán muy útiles si deciden adentrarse a este maldito vicio deporte que les dejará grandes satisfacciones personales, así como los calendarios de algunas carreras que pueden servir para motivar a que se paren de ese viejo sillón y dejen de ver Grey's Anatomy o C.S.I.


By the way, me gusta ver C.S.I.


El hombre (y la mujer, of course) desde sus inicios ha corrido por diferentes motivos: para cazar su comida, para cazar al amante, para cazar a una mujer (o a un hombre), en fin, la cuestión es cazar. Cazar objetivos. Muchos de estos objetivos no necesariamente tienen que ser materiales. Claro, si te encontraras en el Sahara, tu primer objetivo sería un oasis. Pero a esto tengo que agregar que todos los humanos tenemos desde que nacemos un enemigo en común: el tiempo. Muchos lo consideran un aliado. Yo no. Lo considero igual que una muerte lenta, que puede durar muchos años. En algunos casos no tanto. Pero yo lo considero así.

Y dependiendo de cómo se comporte nuestro cuerpo durante el tiempo que tenemos de vida, dependerá asimismo del tiempo que se nos conceda para vivir. Y es por eso que hay que ejercitar nuestro organismo para que -ahora si -se vuelva uno con el tiempo. Tic-tac. Comportándose como una fina máquina suiza.

La afición por correr nació en mi desde que estaba en la facultad. Salía a correr a las deportivas que tenía cerca de dónde vivía. También jugaba basquet y futbol (o al menos trataba) pero esa es otra historia. Mi poca experiencia en el campo, me hacía creer que corría como 10 km a una super-ultra-mega-velocidad, cuando en realidad (y en base a mi experiencia actual) corría la risible cantidad de 2 km en 30 minutos.

Si, risible para la experiencia.

Ahora bien, puedo decir que esos kilómetros acumulados me han servido para curtir de a poco mi resistencia ante la distancia. Que ahora las lesiones ya empiezan a ser parte de mi entrenamiento y que sólo se van cuando los músculos calientan, cuando te pones tus auriculares, empiezas a estirar, a sentir el rocío de la mañana en las pantorrillas y todo empieza a ser parte de un sistema que conjuga tiempo con corazón.

El tiempo es proporcional al corazón.

Ahora bien ¿para qué correr? Es una excelente pregunta si piensas que los que empezamos a correr éramos como Carl Lewis o el mismísimo Usain Bolt. No señoras y señores, no somos ni más ni menos humanos. Somos iguales. Empezamos siendo unos troncos. Empezamos a lesionarnos por el sobrepeso y por pisar mal. Empezamos a acostumbrar nuestro sistema circulatorio con largas sesiones de jadeos cada 5 minutos de trote con pasos cortos. Nadie dijo que empezar sería fácil. Pero una vez que lo haces, por difícil que pueda parecer ya no puedes parar. Y empiezas a correr ya no por poseer una figura corpulenta y atlética, ni por ver los cuerpos bien formados de l@s demás corredor@s. No, empiezas a generar un sentimiento de paz interior, sintiéndote libre. Sintiendo que ese cuerpo debería alcanzar lo que tu alma te pide.

¿Qué esperas para tomar esos viejos tenis y hacer esos 2 km en 30 minutos?

Por algo se empieza ¿no?

Cheers...